15.7.11

El crepúsculo

Llegan con el silencio de la noche
se escurren por las esquinas de las aceras,
por las alcantarillas, hasta llegar a las entrañas de la ciudad.

Se escapan por las comisuras de los labios,
pergeñadas en la rabia más interna,
producto de un mal momento
creado por los miedos a avanzar.


Salen como el filo de un cuchillo
sin temor a la sangre derramada
las lágrimas de agua salada
alcanzan ya la orilla del oceáno.


Te invito a esperar ebrios a la luna
y a bañarnos desnudos en el mar.




(Cedeira, junio 2011)

2 comentarios:

Sabe dijo...

El último párrafo muy bucólico pastoril :-)

Sabe dijo...
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