11.3.09

Brujuleando

Dediquemos el tiempo a lo que de verdad importa. A aquello que llena nuestro vacío, expresemos lo que llevamos dentro en la forma más adecuada a nuestros sentimientos. No tengamos miedo de mostrarnos cómo somos, porque ése es el auténtico valor de las personas.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una gran verdad, pero no es cierto también que todos tenemos un rinconcito secreto, escondido a los demás. Rinconcito donde están guardados nuestros miedos, deseos, anhelos... al que solamente unos pocos podrán pasar. Unos pocos, porque en él estamos desnudos y somos como niños inseguros y asustados.

Mireia S. Quinteiro dijo...

"El corría, nunca le enseñaron a andar, se fue tras luces pálidas. Ella huía de espejismos y horas de más. Aeropuertos, unos vienen, otros se van, igual que Alicia sin ciudad. El valor para marcharse, el miedo a llegar. Llueve en el canal, la corriente enseña el camino hacia el mar. Todos duermen ya. Dejarse llevar suena demasiado bien. Jugar al azar y nunca saber dónde puedes terminar...o empezar."
Copenhague, Vetusta Morla