29.3.06

Galegos na diáspora, (1989-2005), en Santiago de Compostela hasta el 30 de abril

El fotoperiodista vigués Delmi Álvarez invita al espectador a realizar un recorrido por la emigración gallega a través de un exhaustivo trabajo documental compuesto, desde el compromiso y la sensibilidad, por 85 imágenes que ha titulado ‘Galegos na diáspora’.
Desde 1989 hasta 2005, Delmi Álvarez recorrió los cinco continentes en una búsqueda incansable de gallegos y gallegas, de todas las clases sociales, que en algún momento de su vida se vieron obligados a perseguir una experiencia vital fuera de su hogar.
Entre 1989 y 2003 se dio una vuelta por los países europeos. Allí se encontró a Ramón Chao, padre de Manu Chao, miembro de Mano Negra. Trabaja en Radio France y le gusta tocar el piano en su casa, situada frente a Le Monde Diplomatique, diario donde ejerce su profesión el oriundo de Redondela (Pontevedra) Ignacio Ramonet.


En 1990 cruza el charco y se planta en América, de norte a sur continua su búsqueda, en esta ocasión emigrantes que mantuvieron el espíritu de la cultura gallega en el exilio: Castelao, Valentín Paz Andrade, Luís Seoane.
En los años 92 y 93 se centró en Oceanía, Oriente y Las Indias, cuando la nueva emigración gallega llegaba a Australia, tierra de eucaliptos y canguros, para comprar un prado donde pacieran sus vacas o levantar un restaurante. Manuel Muñiz se dedica en Sydney junto a su mujer a criar galgos para carreras. Sueña con volver algún día a su tierra.
Para terminar se acercó al continente negro (2001-2005) tras la pista de marineros, médicos de organismos humanitarios, misioneros y aventureros y se encontró un lugar donde los fugitivos de la justicia pueden vivir tranquilos. Nadie los va a ir a buscar allí. Y gente de paz: Pepe Peña (San Vicente, Islas de Cabo Verde); Alfonso Espiña (Bata, Guinea Ecuatorial); Alejandro Alonso (Dakar, Senegal).


Atrapó este éxodo social en miles de anécdotas escondidas en sus cuadernos de viaje, fotografías, testimonios, amistades, culturas, charlas ante ojos desconcertados de sus paisanos por la posibilidad de servir de ejemplo a los que hoy se paran ante las imágenes de Delmi Álvarez. Historias reales que nos llenan de orgullo, por un trabajo bien hecho y por sugerirnos una reposada visión crítica sobre este complejo fenómeno que marcó tan definitivamente la identidad del pueblo gallego

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie, de hoy en día, duda que el gallego es uno de los pueblos que más ha contribuido en la población de las cuatro esquinas de nuestro planeta y, en parte, fuera de él "hay un gallego en la luna, luna" que rezaba la canción. En Barcelona, de donde yo soy, hay muchos y cuando hablas con ellos y les escuchas atentamente hablar de su tierra, sus lugares, su gente, su cultura, su lengua, su historia, sus costumbres, sus leyendas, su gastronomía, les asoma un brillo especial en sus ojos y, de repente, una luz irradia en sus rostros. Supongo que debe ser esa "morriña" de la que ellos hablan y que los demás hemos hecho un poco nuestra para describir sentimientos parecidos.
Cuando leí este escrito, inmediatamente, me hizo recordar a un periodista paisano mío, Miquel Calzada, que realizó el programa "Afers exteriors" (Asuntos exteriores) emitido en la televisión autonómica catalana donde también recorría en ancho mundo, desde el Canadá a Australia, de Japón a la Argentina, desde Islandia a la República de Sudáfrica, a la caza y captura de todas esas vidas anónimas de los catalanes que rodean en mundo (que también hay unos pocos)
Pero, ¿hay una lengua mejor que la gallega para describir todas las sensaciones y emociones? Personalmente, creo que no.
Saludos.
Jordi Guerrero.

Mireia S. Quinteiro dijo...

Creo que todos llevamos dentro un pedacito de esa tierra que nos vió nacer. Aunque me considero gallega por raíces y adopción, tampoco olvido el Mediterráneo, donde di mis primero pasos. Por mucho que caminemos por el mundo -y ojalá sigamos haciéndolo- lo bueno es que nos quedamos con lo mejor de cada sitio, con la tranquilidad de conocer a la perfección el lugar de donde procedemos y al que pertenecemos y al que, sin duda, siempre terminamos retornando.
Un beso enorme

Anónimo dijo...

Un trabajo documental que finalizó en 2009 como proyecto fotográfico después de 20 anhos. Delmi Alvarez también realizó 3 documentales sobre la vida de gallegos: O rei galego de Africa, A ultima fotografia e Galegos da Guaina venezolana emitidos e co-producidos coa TVG (Television de Galicia). Pena que este autor viva en la diáspora y que su trabajo no haya sido reconocido en su país Galicia. En 2009 publicó un libro con el mismo nombre del proyecto Galegos na Diáspora pero el cambio de gobierno en ese país le ignoró de tal forma que no pudo presentar el libro. Finalmente fue invitado a presentarlo en la Library of Congress en Washington DC y en la Universidad Cuny de New York donde en ambos lugares donó un par de ejemplares que pasaron a formar parte de la bibliotecas.
Decía un amigo catalán: Que bonita es Galicia!!... pero sin los gallegos.