1.2.07

La vida sigue igual

Que bueno cuando llega la senectud y tus obligaciones han pasado a un segundo plano. Tus hijos han crecido, no dependen de ti por lo que te has retirado del trabajo y tu mujer prefiere quedarse en casa tejiendo. Los días se vuelven más largos y puedes disfrutar viendo la vida pasar, sin prisa, pero sin pausa, orgulloso de lo que has llegado ser y únicamente respirando tranquilidad.


Alrededores de Tánger, primeros días de 2007

Recuperar antiguas conversaciones con los amigos, visitar a los enfermos, admirar la paciencia de las madres con sus hijos pequeños... algún día ellas también podrán contemplar desde la distancia la labor de otra generación. Y así sigue la vida, con más edad pero no sin menos esperanza, porque ella es la que aporta ilusión en cada amanecer, y porque si aún estamos aquí es por algo, sólo es cuestión de decubrir nuestro lugar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre esta bien retomar las costumbres que solias hacer cuando tenias tantas ganas de vivir, aunque cuando ya se tienen algunos años , lo bonito es disfrutar de lo que has cosechado anteriormente.
La vida es para vivirla y todo lo que nos pase nos repercute,sin embargo depende de nosotros seguir adelante; dejando atrás el pasado y saludar al presente.
Un saludo.