Tenía un aire tan misterioso que no podía dejar de mirarla. Había anochecido en Ho Chi Minh City hacía tiempo, y allí, en el puerto del antiguo Saigón, a orillas del río del mismo nombre, un ferry recibía a los últimos pasajeros que se dejaban acomodar por simpáticas señoritas para iniciar un tranquilo crucero con destino a Phonm Penh. Las mujeres orientales poseen un encanto especial cuando sonríen, les rodea una áurea mágica y virginal que les hace parecer etéreas ante cualquier occidental.
10.1.11
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2 comentarios:
Cuantos recuerdos de tiempos más felices cuando eramos jóvenes y despreocupados y recorríamos el mundo en busca de nuevas sensaciones e historias que contar.
Ahora el mundo es un lugar un poco más frio y un poco más gris donde las mujeres etéreas ya no sonríen y los peces de colores acaban sus días en el retrete.
Fabuloso com has montado la historia a través de las imágenes. Veo que tu último viaje te ha devuelto esa mágica inspiración muy característica tuya.
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