El
día que inicié este blog lo hice con la intención práctica e ingenua de mostrar
a mi reducido círculo de allegados pequeños fragmentos de vivencias, literatura
o sentimientos que me apetecía compartir. Desde aquel primer post ya han pasado
ocho años en los que hemos evolucionado juntos, aumentado los lectores,
compartido muchos momentos de ilusión. Éste es uno más, fruto de esa evolución,
en la que no se perfila un adiós, sino una mudanza.
Porque
las vivencias también ocupan lugar y es necesario airear los recuerdos para que
vuelvan a tomar cuerpo. A partir de ahora, espero seguir contando con vosotros
en mi nueva etapa, porque sigo necesitando de vuestras lecturas, sugerencias, palabras
de apoyo, de discrepancia y de cariño, para poder seguir creciendo juntos.
Muchas
gracias por estos ochos años, ¡os espero los próximos cien!